miércoles, 24 de diciembre de 2008

NAZARENO



 

Ese hombre

que se guarda

en unas migas de pan

desespera de sus amigos.

 

Vino a buscar enemigos,

a sonreírle a los perdidos,

a conversar con

los suicidas,

a acariciar putas

de ojos colorados,

a cenar

con los ladrones sin guante.

 

Robaron sus ojos

para convertirlo

en juez terrible

de los inocentes.*

 

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Letra a letra, ladrillo a ladrillo...




Letra a letra
ladrillo a ladrillo
grano a grano
minuto a minuto
paso a paso
metro a metro

camina
construye
muele
espera
avanza

escribe
cae
destruye
sube
demuele
espera


su tiempo
su muerte
su olvido
su crueldad
su alimento
sus enemigos
sus amores
su hambre
su silencio

el frágil
testigo
del amanecer.

lunes, 13 de octubre de 2008

516 AÑOS

Ellos eran como pájaros,
eran como la luz
o la oscuridad.
Ellos eran como jaulas,
eran como hierros hirientes
como frutas amargas.
Vinieron del mar
como los esperaba la leyenda.
Llegaron cargados de muerte
como lo anunciaba la tormenta.
Destruyeron el sol y la luna,
violaron la tierra
y dominaron a sus hijos.
Robaron los sueños
las palabras
los niños
los dioses
el cielo
y la tierra.
Ahora sus descendientes
-tan ciegos como ellos-
celebran la aventura.
Brindemos por la muerte,
la sangre,
la esclavitud,
el hambre.
Celebremos las flores cortadas
los niños robados
las niñas violadas
los dioses olvidados.
Recordemos las ruinas
del paraíso,
la cara feroz
de los verdugos.
Ellos eran como pájaros,
son como pájaros,
serán como pájaros muertos.*
 

(Incluído en "Poemas sin Dios" como '499 Años', puede actualizarse sin inconvenientes)
 



martes, 8 de julio de 2008

ABRIR LOS VENTANALES


Alguien abrió la caja
de las sorpresas
y el enmohecido resorte
desplegó un monigote grotesco
que convirtió las campanas
de la libertad
en un chirrido oxidado y grosero.
En nombre de los pájaros
del amanecer,
crueles carroñeros
salieron a deshojar
las esperanzas,
a enterrar los amores
en carcajadas de muerte.
Alguien deberá limpiar los deshechos
de esta noche innombrable,
encerrar el apocalipsis
en la tumba del enajenado apóstol
y abrir los ventanales de la primavera.
(Dibujo de Gustavo A. Silva)

miércoles, 30 de abril de 2008

NIÑOS DEL SIGLO XXI





Un niño avanza en su

autito a batería monitoreado

vía satélite y cuidado por una atenta nurse.

Un niño avanza en su

bicicleta de reyes magos vigilado

por los ojos de su abuela como una atenta hada.

Un niño avanza con sus

zapatillas de Acción Social (agujereadas)

repartiendo estampitas monitoreado

por un atento explotador que eficientemente

lo despojará de la recaudación y los sueños.

Y todos los que vemos estos avances de niños

hacia el futuro

quedamos (indiferentes o espantados) prolijamente impotentes.

jueves, 13 de marzo de 2008

EL RESTAURANTE DEL HIJO PRÓDIGO

Jamás pudo explicarse por qué se decidió por ese lugar, tan apartado y pobre, para establecer su singular restaurante.

Allí gastó un dinero que su hermano mayor le “prestara” con la intención de que se fuera, esta vez para siempre, de la casa paterna.

Hacía unos años le había reclamado a su anciano padre que le adelantase su herencia y partió a gastarla en barajas y mujeres hasta perder el último centavo. Como judío, en un país extraño y hostil, no pudo hacer otra cosa que empelarse como cuidador de cerdos, apenas por un mal plato de comida y un peor alojamiento.

Pasado un tiempo, extrañando las bondades de su vida anterior, decidió volver a intentar una eventual reconciliación con su familia.
Emprendió el regreso. Su padre, sentado en la puerta de la casa lo vió venir de lejos y se adelantó a recibirlo. La bienvenida fue excepcional, salvo por el disgusto de su hermano mayor.

“Un hijo mío estaba perdido y ha sido encontrado, estaba muerto y ha resucitado” fue el irrebatible argumento del anciano, ante la queja airada del primogénito.

Hubo paz por un tiempo, hasta que el padre murió. Su hermano mayor le pidió que se fuera y le ofreció un dinero “en préstamo a nunca devolver”. Así partió de nuevo, con algo de dinero y la extraña sensación de no saber qué hacer.

Se estableció en un lugar apartado, en las afueras de la ciudad. Instaló un restaurante para judíos con un salón en el primer piso para quien pagara por una reunión privada.

Aquella tarde alguien ató una burra frente a su puerta. Al rato un personaje extraño le solicitó usarla para “su señor” y ordenó que preparasen el salón superior para la cena del Pesaj.

Así lo hizo. Aquella noche vinieron unos trece hombres a celebrar la pascua en su restaurante. El que pagó la cuenta se retiró antes. Los demás se fueron al amanenecer. Supo luego que al principal de ellos lo prendieron y condenaron a muerte.

Intuye que su vida insignificante estuvo al servicio de algún acontecimiento importante. Murió con muchos años y sin poder comprenderlo.

martes, 4 de marzo de 2008

RELOJ DE ARENA DE TU PRESENCIA-AUSENCIA

Recuerdo tu presencia

cuando veo

tu

cuerpo

extendido

y ausente.


El sabor de tu piel

y

los pliegues

de tu

voz

se han

instalado

en mi entrecejo

y ahora

me desangro

en tu indiferencia.

La barca se agita amarrada

en un tormentoso

muelle

de gemidos ausentes.