martes, 9 de febrero de 2010

Ver la poesía...




Ver la poesía escondida
en los ojos rojos de los adictos
y saltando enloquecida
entre los ladrones y asesinos.

Ver la poesía disimulando
en los despachos de los poderosos
y reptando adormecida
entre traficantes y corruptos.

Ver la poesía indignada
en los altares y los atrios
perdida en los salmos
que paladean los hipócritas
en las fiestas de guardar.

Ver la poesía sin poder
besarla, sin poder abrazarla
ni amarla. Se ha vendido
(vencida) en el nuevo burdel del barrio.



(ilustración Roberto Aguirre Molina)